lunes, 20 de junio de 2011

Madeira


Madeira (del portugués madeira, madera; adaptada al español como Madera, hoy en desuso),[1] es un archipiélago atlántico perteneciente a Portugal y la Unión Europea. Consta de dos islas habitadas, Madeira y Porto Santo, y tres islas menores no habitadas, llamadas colectivamente Islas Desertas, que, junto con las Islas Salvajes, forman la Região Autónoma da Madeira, región autónoma portuguesa, a menos de 400 km de Tenerife, 860 km de Lisboa, y 770 km de la isla más cercana de las Azores. Todas de origen volcánico; la isla de Madeira está formada por un macizo montañoso que desciende abruptamente al mar desde los 1862 metros de altitud del Pico Ruivo, el punto más alto de la isla, seguido del Pico de Arieiro (1810 m).

La principal actividad económica de la región es el turismo, recibiendo muchos visitantes de Europa durante todo el año, que buscan la suavidad de su clima. Entre otros viajeros célebres pasaron por la isla la emperatriz Sissi, el emperador Carlos I de Austria, fallecido en Funchal en 1924, o Winston Churchill. Su capital y principal ciudad es Funchal (103.961 habitantes), situada en la costa sur de la isla. La población de Madeira es de 260.000 habitantes.

Conocidas ya por los romanos, estas islas fueron redescubiertas por los navegantes portugueses, Tristão Vaz Teixeira y João Gonçalves Zarco en 1418 y 1419. En la isla de Madeira se encuentran restos del original bosque húmedo típico de la Macaronesia. Los bosques de Laurisilva de Madeira son un lugar natural declarado Patrimonio de la Humanidad.

Macaronesia


Macaronesia es el nombre colectivo de varios archipiélagos del Atlántico Norte, más o menos cercanos al continente africano.

El término procede del griego μακάρων νη̂σοι, makárôn nêsoi, 'islas alegres o afortunadas', en alusión a las islas de la mitología griega que eran morada de los héroes difuntos y se suponían situadas en los confines de Occidente. Comprende cinco archipiélagos: Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira e Islas Salvajes.

Las islas poseen muchos aspectos naturales (botánicos y zoológicos), geológicos y climatológicos en común (como por ejemplo: la presencia de laurisilva, un tipo de bosque subtropical).

A estas islas se añade el llamado enclave macaronésico africano, una zona de la costa africana situada aproximadamente entre las Canarias y Cabo Verde (es decir, entre la costa del Sáhara Occidental y el río Gambia, aproximadamente), que comparte algunas de las especies endémicas de los archipiélagos macaronésicos.[1]